Benissa es un pueblo en el que se respira arte y cultura por cada rincón. Un pueblo con muchas inquietudes culturales y con una variada programación que se presenta mensualmente en lo que se conoce como Obri l’ull.
Su centro histórico, de origen medieval es de un gran valor artístico, además, el centro histórico cuenta con un Museo de Arte Contemporáneo dedicado a la obra de Salvador Soria y a las obras que se presentan al certamen que lleva su nombre.
Es una delicia pasear por el Centro Histórico de Benissa, perfectamente conservado, y descubrir el magno museo que conforman sus edificios. Callejuelas empedradas, muros centenarios, enrejados moriscos, escudos heráldicos y vetustas casas señoriales trasladan a los visitantes a la Edad Media.
No hay que perderse la Sala del Consell (S.XVI), el Convento de los Padres Franciscanos (S.XVII) o Iglesia de la Puríssima Xiqueta, conocida popularmente como la Catedral de la Marina, un edificio neogótico de principios del S.XX.; además, es de obligada visita la Casa Museo Abargues (de finales del S. XVIII) que muestra el modo de vida típico de una familia señorial benissera. Conserva todo el mobiliario y ambiente de la época.
Este edificio del SXVI, alberga la Biblioteca Pública Bernat Capó, un Salón de Actos, el Museo Salvador Soria, así como las dependencias del departamento de cultura. Se trata de un edificio conocido también como les Cases del Batlle, llamadas así porqué en ellas residía el alcalde de la Villa de Benissa.
Nada más entrar, nos encontramos con un conjunto de silos, ya que en época andalusí, los terrenos donde se ubica el edificio, albergaban la casa pública para la compra y la venta de trigo. Los silos eran estructuras de almacenamiento de grano características de la época medieval. Se trata de depósitos excavados directamente en tierra, en zonas con suelos poco permeables. Una vez introducido el grano, la boca se sellaba con paja y una losa de piedra, de manera que el cereal podía conservarse allí durante años. La falta de humedad y de oxígeno impedía que en ellos pudieran sobrevivir insectos o roedores.
El Certamen de Pintura está estrechamente ligado a la personalidad de Salvador Soria Zapater, pintor y escultor valenciano unido a Benissa desde que en 1969 decidiera afincarse por estas tierras. Des de el primer momento, Soria, ayudó en la organización del certamen, apoyándolo y participando como jurado en todas las ediciones celebradas hasta su fallecimiento, en 2010. Su prestigio artístico y su reputación, facilitaron la comparecencia en Benissa de acreditados críticos y renombrados artistas plásticos, que han contribuido al reconocimiento del certamen a escala nacional.